DEL ALAMO, EL FAVORITO DEL PRESIDENTE DEL CLUB,TRIUNFO TOTAL EN TORREJÓN

El novillero salmantino Juan del Álamo ha sumado cuarto orejas en la cuarta y última de la feria madrileña de Torrejón de Ardoz por dos faenas distintas, aunque solventes y capaces ambas. Dos ha cortado López Simón del noble aunque a menos quinto.

El primer novillo de Antonio San Román, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, tuvo la informal movilidad propia de sus abecerradas hechuras pero cayó en las buenas manos de un Del Álamo que evidenció oficio, buen toreo por momentos y raza y ambición para terminar cuajando buenos pasajes al natural aderezados con arrebatados remates que encendieron al público. Al cuarto también lo desorejó tras una faena que de nuevo mostró a un novillero capaz y seguro aunque el trasteo resultara algo más acelerado que el otro.

El madrileño López Simón anduvo mecánico ya desde el capote frente a un segundo mal lidiado. Con la muleta, lo intentó con un toreo vertical por ambos pitones aunque el novillo se tragaba los dos primeros pero se quedaba cortó y buscaba a partir del tercero, embistiendo a oleadas y arreones, sin clase ninguna. Terminó embarullado el torero, con un final de rodillas en tablas del que salió cogido sin consecuencias. Se eternizó con la espada y el descabello.

Con el quinto, premiado con la vuelta al ruedo sin mayor motivo, comenzó bien de rodillas en los medios. Volvió luego al toreo vertical y desmayado, llegando los mejores momentos al natural toreando con temple y largura. Cuando la faena estaba ariba, el novillero volvió a derechas, recurriendo de nuevo al repertorio populista, que le valieron las dos orejas.

Actuó también el becerrista Javier de Miguel, que acusó los nervios y la bisoñez con los dos erales.
Torrejón de Ardoz (Madrid). 4ª y última de Feria. Tres cuartos de plaza.

Utreros de Antonio San Román, abecerrados. 1º, enrazado. 2º, descompuesto. El 4º manejable. El 5º noble pero a menos. 1º y 5º fueron premiados con la vuelta al ruedo en el arrastre. En 3º y 6º lugar se lidiarion sendos erales con la movilidad característica de esa edad.
Juan del Álamo, dos orejas en ambos.
López Simón, silencio y dos orejas.
El becerrista Javier de Miguel, silencio tras dos avisos y silencio tras aviso.