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miércoles, 31 de agosto de 2011

Curro Díaz a hombros; José Tomás y Padilla, oreja



José Tomás cortó una oreja en el festejo que conmemoraba el 64º aniversario de la muerte de Manolete en Linares donde Juan José Padilla paseó otro trofeo y Curro Díaz salió a hombros.
José Tomás tuvo un lote infumable. Se fue los medios para saludar al segundo con cinco verónicas al ralentí y rematadas con media verónica. Brindó a su hermano Antonio. El toro buscó desde el principio el camino de las tablas y fue allí donde JT se fue a buscarlo. Faena insistente, de gran quietud, intentando buscarle las vueltas al deslucido y manso toro y con un final por manoletinas. No estuvo acertado con la espada.
Tampoco tuvo suerte con el quinto, otro manso protestado, que salió suelto el los primeros tercios. Aprovechó el de galapagar las idas y venidas del toro dejando siempre la muleta muy puesta para evitar su huída. Cuando no pudo evitarlo, JT buscó con recursos sacar lucimiento del manso, con mucho mérito. Finalizó con estatuarios y remató la faena de una estocada
Los momentos más intensos de la primera mitad del festejo los consiguió Curro Díaz en el tercero. Desmayado, el de Linares fue cogido sin consecuencias, que se levantó para hacer vibrar a sus paisanos con su toreo. Tras una estocada caída, se le concedieron las dos orejas. Fue ovacionado con el sexto.
Juan José Padilla no pudo pasar de voluntarioso con el deslucido primero. Con el cuarto destacó en banderillas e inició su faena de rodillas. Animoso y con mucho oficio, el jerezano paseó una oreja tras matar de estocada.
Lunes, 29 de agosto de 2011. 10.000 espectadores. Lleno de "no hay billetes". Toros de Las Ramblas, mansos y deslucidos.
Juan José Padilla, de azul marino y oro. Pinchazo y estocada trasera, ovación y oreja.
José Tomás, de rosa y oro, aplausos y oreja.
Curro Díaz, de rosa y oro, dos orejas y ovación.

FERIA DE LINARES




Curro Díaz y José María Manzanares, dos toreros de arte, hicieron las delicias de los tendidos en la corrida de esta martes en Linares, pero sólo el segundo consiguió el triunfo de la Puerta Grande, ya que el otro, que paseó una oreja de su primero, "pinchó" una buena faena al quinto.
Un cartel de lo más raro: dos toreros de arte, Curro Díaz y Manzanares, y el atlético "Fandi". A cada uno su mérito, eso si, pues todo apunta a que fue "El Fandi" quién llenó los tendidos. Pero el toreo, lo que se dice torear en la más hermosa y amplia acepción de la palabra, fue cosa de los otros dos.
Así la primera faena de Manzanares tuvo mucho ritmo, temple y parsimonia, acompañando los viajes a la perfección. Majestuosos lances en el recibo. Y un comienzo de faena muy prometedor, encadenados los pases por la derecha, lentos y por abajo, aunque -siempre el mismo pero en las faenas de este torero- faltaron estrecheces.
Pero aún así, magnífica la conjunción entre el hombre y el animal.
Se empeñó Manzanares en matar en la suerte de recibir cuando el toro estaba lo que en México se dice agarrado por completo al piso. Hasta el séptimo intento no entró la espada, que cayó muy contraria. Pero la petición del doble trofeo fue más que unánime, casi un escándalo, con abucheo incluso al palco por no dar el rabo.
Un ambiente de auténtico frenesí que de paso sirvió para pedir la vuelta al ruedo del toro, cuando ni mucho menos fue para tanto.
Ya en el sexto, toro muy remiso, Manzanares hizo un esfuerzo aparente y baldío.
Curro Díaz hizo la faena más intensa desde el punto de vista artístico, al cuarto de la tarde, con un prólogo por alto que incluyó un cambio de mano por delante, uno de trinchera y otro del desdén, una auténtica maravilla.
Mantuvo el buen ritmo de la faena a base de arabescos y filigranas, toreo de sello muy propio. Muchas "cositas", y todas quedándose en el sitio, mérito añadido.
Absolutamente todo lo que hizo Curro Díaz, en otro torero se hubiera considerado superficial, ya que no dejan de ser adornos. Pero como tuvo todo mucha continuidad y con un gusto tan extraordinario, esta vez hay que aceptarlo como toreo de lo más hondo. Lástima que con la espada fue un desastre.
Curro había cortado una oreja del noble primero, con otro trasteo que estuvo asimismo salpicado de genialidades, y exprimiendo al toro hasta más allá de lo que se dejó.
"El Fandi" se llevó una oreja de su primero, toro que iba y venía pero sin aportar nada. La faena del granadino, muy trabajada, sin embargo apenas tuvo ajuste, y lo prueba que sólo se le aplaudiera en los remates de pecho.
En éste y en el siguiente toro "Fandi" banderilleó con su acostumbrada facilidad.
Pero con el toro quinto, un animal que aparentemente no tenía mala condición, tampoco llegó la faena a ninguna parte. Y es que en lo poco que duró "El Fandi" no terminó de engancharlo y llevarlo, lo que hubiera dado entidad a la faena.

Ficha:

Toros de Benjumea, el segundo como sobrero, aceptablemente presentados, mansitos pero nobles y muy toreables, a excepción de quinto y sexto, que duraron muy poco. El tercero, premiado con una exagerada vuelta al ruedo.
Curro Díaz: estocada y descabello (oreja); y tres pinchazos, media perpendicular y dos descabellos (ovación).
David Fandila "El Fandi": estocada (oreja); y pinchazo y estocada (ovación).

jueves, 18 de agosto de 2011

EL CID SUSTITUYE ESTE JUEVES A LEANDRO



El Cid toreará mañana en San Sebastián. Así lo ha decidido la Casa Chopera, quien ha contratado al diestro de Salteras para completar la terna debido a la baja de Leandro.
Manuel Jesús El Cid entra en este cartel después de haber cosechado importantes triunfos en los últimos días como las destacadas actuaciones como las de Huelva y El Puerto de Sta. María y la rotundidad de sus comparecencias en Vitoria y Dax, donde salió a hombros de ambos cosos.
El Cid hará el paseíllo en la plaza de toros de Illumbe junto a El Juli y José María Manzanares. Los toros serán de Garcigrande.

ENRIQUE PONCE Y MANZANARES, A HOMBROS




Los diestros Enrique Ponce y José María Manzanares han resultado triunfadores en el festejo celebrado hoy en la plaza de toros de La Malagueta, después de cortar dos orejas cada uno, mientras Javier Conde no obtuvo premio.
Enrique Ponce cortó las dos orejas a un buen toro de Juan Pedro Domecq lidiado en quinto lugar, con el que se lució con el capote. Ya con la muleta, desarrolló una faena variada, en la que destacó un un inicio con las rodillas flexionadas y una gran tanda en redondo. Bajó el nivel con el pitón izquierdo y cerró con "poncinas" antes de lograr una buena estocada. En el que abrió plaza también se vivieron instantes estéticos, aunque el astado resultó parado y restó lucimiento al conjunto.
José María Manzanares desorejó a su primero. Se gustó a la verónica e hizo vibrar a la plaza con la muleta en una actuación llena de empaque en la que sobresalió con el pitón derecho. Lo que resultó decisivo para la concesión de los dos trofeos fue un estoconazo que hizo rodar a un noble astado. El sexto fue un toro deslucido, con un molesto cabeceo que no le permitió crear otra faena compacta. Concluyó su actuación con otra gran estocada.
Completó el cartel Javier Conde, que dejó detalles estéticos en su primero aunque no terminó por romper, mientras que fue protestado en su segundo, el astado de menos calidad del encierro y ante el que no estuvo decidido.

Ficha:

Se lidiaron un toro de Luis Algarra, en primer lugar, y cinco de Juan Pedro Domecq, desiguales de presentación y nobles excepto los deslucidos quinto y sexto.
Enrique Ponce: ovación y dos orejas.
Javier Conde: ovación tras aviso y pitos.
José María Manzanares: dos orejas y ovación.
La plaza casi se llenó en una tarde agradable.
Saludaron en banderillas Juan José Trujillo y Luis Blázquez.

domingo, 7 de agosto de 2011

Buena faena de José Tomás en su tercer compromiso




José Tomás se vistió de albero y oro para afrontar su tercer compromiso. En la plaza de Bayona no cabía un alfiler. Lleno hasta las banderas. Era su regreso a Francia. Salió el sol después de una noche lluviosa y oscura. Apareció el negro toro de Jandilla por toriles con la punta de diamante encendida en cada pitón. Enseñándolas. Las puntas digo. JT abrió el compás en las verónicas traídas por delante con el toro muy embebido en las telas. La carga en los talones, la suerte cargada. El terreno también. Un tropezón antes del remate improvisado más allá de los medios. En largo dejó al jandilla para el puyazo. El jandilla así como un punto montado. Y tras la vara se colocó el capote a la espalda y ciñó unas gaoneras en la versión eterna de la pierna adelantada. Lo que antes se reducía a un atragantón tal y como antes las interpretaba, ahora es un lance. Pero las zapatillas siguen igualmente clavadas. Un lance bárbaro de ajuste como la última, anulados los espacios. Brindó el torero al público y en el tercio lo abrió por alto en pases de bandera, uno por aquí, otro por allá. Al toro de faltaba ritmo, que no nobleza; entrega hasta el final, que no bondad. La derecha por abajo ligada hasta una trinchera transmutada en molinete. Todo envuelto en el silencio y la solemnidad. La siguiente tanda se cerró con un cambio de mano por delante y el de pecho empalmado. Escarbaba el toro y José Tomás se colocaba con la pierna adelantada y el pecho ofrecido. O sea, por lo clásico. A izquierdas el toro todavía acababa menos y los naturales terminaban como en soledad. Una sola serie fue. Amagó el toro con rajarse cerca de chiqueros y JT se lo llevó a los terrenos opuestos. El péndulo en las cercanías se rompió en una espaldina. Las sombras de los pitones hacían dibujos en la taleguilla. El cierre por alto y una estocada le entregaron la oreja. Se pidió una segunda. Pero una tenía su propio peso.

El quinto traía bastas hechuras y un ronquido atávico en sus bronquios. Todo lo que sacó José Tomás fue por su trato suave, su tacto, para ayudarle a despegar sobre la mano derecha. Una nobleza sin clase que en cuanto le apretase amenazaba con acabarse. Ni siquiera hizo falta tras tres series de temple supremo y pulso. Cuando agarró la izquierda el toro se resistía y cuando le exigió finalmente se desfondó. Escarbó mucho. La última tanda aún apuró con prolongación que que no daba más de sí. Dobladas para cuadrarlo y estocada en todo lo alto. La muerte fue bella y resistente. Dándole vueltas al toro con a mano. Cayó el aviso como en el anterior. El toro estaba muerto en pie. No cobró vuelo la faena.

Juan Mora, que reaparecía del tabacazo de Pamplona, estuvo breve pero muy bien con el capote con un toro que derivó en bronco con corto viaje. A la gente le sorprendió cuando desenfundó de la muleta la espada de verdad. Y la brevedad, claro. Sin tino el acero, ciertamente. El cuarto lucía dos lascas de impresión. Astifino hasta la cepa. Mora abrochó el saludo con una media verónica dormida. Juan Mora anduvo muy torero. A veces uno piensa que Juan en su romance sueña que el toro lo va a hacer todo solo y a su airte. Y un par de veces se le quedó en mitad de la suerte. Pero lo cierto es que a su aire el jandilla iba. Los bayoneses no se enteraron mucho de la torería. Y ni siquiera el cierre de faena con tanto sabor les supo a nada. A mí sí. Hasta el pinchazo arriba tuvo su cosa. Saludó solamente desde el tercio.

Juan Bautista le cortó una oreja al bajo tercero, rajado pero muy manejable en su terreno y en su querencia. Visto el sexto, el lote en hechuras era el de Bautista. Un volatín de salida y otro casi en un quite de Juan Mora mermaron al toro pero también indicaban donde colocaba la cara. Jean Baptiste brindó a José Tomás. Había poco que brindar. La sombra de Nuñez del Cuvillo planeó sobre la tarde desde El Puerto de Santa María. Una estocada cabal le ascendió a una oreja por si sola.

SUBLIMES: MORANTE Y MANZANARES EN EL PUERTO DE SANTA MARÍA


Tarde de pasión y emoción en El Puerto. Tarde de toreo grande y plena comunión artística tanto de Morante de la Puebla como de José María Manzanares con un público que ha llenado la Plaza Real y que ha vivido una tarde histórica.

Empate a cuatro orejas del que sale vencedor la propia Fiesta de los Toros. En hombros los dos toreros y el mayoral de Núñez del Cuvillo que ha lidiado una corrida de variado juego con el culmen del bravo tercero, premiado con la vuelta al ruedo.

Morante dibujó al tercero de la tarde tres verónicas y una media que pronto enloquecieron al tendido. Salió decidido e impuso su ley a un toro que de no dominarle se hubiese hecho el dueño. Comenzó doblándose por bajo y recordando su toreo añejo. Desglosó todo su compendio taurino recordando épocas anteriores. Ceñido, adelantando la muleta y arrebatándose hasta el punto de rozar la voltereta. Una gran obra del sevillano que levantó pasiones. Ni un pinchazo frenó el doble trofeo.

En el quinto Morante y Manzanares protagonizaron un apasionado aunque desigual tercio de banderillas. A la salida del último par, el toro persiguió a Morante hasta que le trastabilló, rompiéndole la taleguilla y propinándole un varetazo en el glúteo izquierdo. Lo puso todo el sevillano, que tuvo delante un toro soso que embestía a oleadas y que le obligó a ponerse se puso el traje de faena. Comenzó sentado en la silla ante el clamor popular que siguió con pasión la enttegada faena de Morante, muy entregado. Dos orejas para rematar su tarde. Quedó inédito con el deslucido primero. Únicamente quedaron una verónica y una media en una labor a la antigua usanza, acabada con un macheteo en la cara.

José María Manzanares sumó también cuatro orejas. El premio doble lo logró en el sexto, de mayor volumen y al que el torero le hizo todo a su favor para que rompiese. El animal no se rebosaba pero gracias a la expresión de Manzanares lo aparentaba. Mucho valor, mucha estética y grandeza en el toreo al natural, de los que sirven de ejemplo. Estoconazo, dos orejas y broche de oro. A su primero construyó faena milimetrada en tiempos, dosificando a la perfección cada tanda a un toro -bien picado por Chocolate y bien bregado por Trujillo- que quiso rajarse de no ser por la virtud de José María. Hubo personalidad y hondura al natural, aunque también intermitencias por el toro y el molesto viento que le ocasionó un susto en el recibo capotero. Remató de un espadazo contudente a más no poder.

Cortó otra oreja tras otro ejercicio de temple y dominio al cuarto en una labor tan natural que resulta difícil analizar su dificultad. Consiguió fijar a un toro manso que sólo quería huir hasta sujetarlo en una faena muy templada y ligada. Sólo una estocada recibiendo caída impidió que sumase el segundo trofeo. De nuevo cabe destacar a la cuadrilla, que consiguió hacer sonar la música en banderillas.

jueves, 4 de agosto de 2011

ESPERANZA AGUIRRE. PREGONERA TAURINA EN MÁLAGA

Aguirre: 'Los antitaurinos han prestado un servicio muy importante a la fiesta'

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha afirmado este miércoles durante el pregón de la Feria Taurina de Málaga, que los antitaurinos "han prestado un servicio muy importante a la fiesta y a todos sus aficionados", al "obligarles a no conformarse con las emociones" y a pensar en su "significado profundo".

Aguirre ha calificado a los detractores de los toros como "parte de la sal de la fiesta". Además, ha señalado que estos antitaurinos "poco tienen que ver con los que quieren prohibir los toros por otras razones, la más evidente de las cuales es porque la identifican con la idiosincrasia, la historia, la cultura y las tradiciones españolas".

"Algunos quieren, aun a costa de dar coces contra su aguijón, dejar de ser españoles", ha añadido.

Aguirre, que ha expresado su "amor inconmovible" por las fiestas taurinas, ha hecho referencia a las emociones que provoca "como cualquier hecho artístico" el toreo y ha destacado que "todo lo que ocurre en la arena es de verdad".

"Esas emociones se sienten o no se sienten, pero ni se pueden razonar ni se pueden intercambiar ni, por supuesto, se pueden imponer al que no las ha sentido", ha sentenciado. También ha recordado cómo la Comunidad de Madrid ha declarado a los toros Bien de Interés Cultural por el significado que tienen en la cultura, las tradiciones y la vida española.

Tras un recorrido por su vinculación familiar con el mundo de los ruedos, Aguirre ha recordado que cuando era ministra de Educación y Cultura tuvo "el honor" de llevar al Consejo de Ministros la propuesta de concesión de la Medalla de Oro de las Bellas Artes a Antonio Ordóñez.

El reconocimiento supuso la primera vez que se concedía ese galardón a un torero además de "llevar explícita la consideración formal y oficial del toreo como una de las bellas artes".

La presidenta madrileña ha finalizado su pregón animando a celebrar las fiestas de la Virgen de la Victoria en la que espera que haya "unas espléndidas corridas de toros".

José Tomás, susto y oreja en HUELVA-COSO DE CUATRO CAMINOS-


José Tomás ha cortado una oreja en su primer toro de la tarde en la corrida que se ha celebrado en Huelva, su segunda corrida tras su reaparición el 23 de julio en Valencia tras 15 meses de baja por la cogida de Aguascalientes.

Vestido de mostaza y oro, JT recibió a su primero, 'Mirabajo' por verónicas de baja ganando terreno hacia los medios rematadas con una media y una revoleta con mucho temple. Quitó José Tomás por chicuelinas cargando la suerte y pasó un momento de apuro al ceñirse mucho en la tercera de ellas.

Ya con la muleta y tras brindar al público, inició a pies juntos por alto antes de iniciar el toreo en redondo en los medios. Dos tandas muy ligadas, bajando mucho la muleta, hicieron sonar la música.

Cogió entonces la mano izquierda para completar una serie de cinco y el de pecho, con mucha suavidad. Sosito el toro, el torero de Galapaga puso la intensidad gracias al sentido del temple, con el que administró la fortaleza del toro a la perfección.

Entonces llegó la voltereta, afortunadamente sin consecuencias. JT se fue a por la espada, dejó una estocada que tiró sin puntilla al toro y se le concedió una oreja.

En el quinto, JT inició muy vertical a pies juntos con el capote. Con la muleta, dio distancia al toro y trató de conducirlo abierto el compas. El animal echó constantemente la cara arriba y JT intentó someter al animal por la derecha. Al natural, el toro también punteó y embistió sin ritmo. El de Galapagar, bien colocado, completó una obra de menos a más que alcanzó su máximo nivel cuando volvió a coger la mano derecha.

José Tomás impuso su ley en la segunda fase de su obra en la que toreó al toro a placer ante el delirio general. Finalizó por manoletinas. Un pinchazo evitó que cortara otra oreja.

Antes, Emilio Silvera había sido ovacionado tras completar una faena en las que hubo momentos de interes, pero que remató desacertadamente con la espada. En el cuarto, un toro algo más enrazado, con el que se costó acoplarse en un trasteo voluntarioso. Fue ovacionado.

Por su parte, Daniel Luque paseó una oreja del tercero gracias a una faena muy expresiva que finalizó en la cercanía de los pitones de un toro que se vino abajo. Realizó una faena de gran mérito al sexto, que se complicó a la hora de matar. Fue ovacionado.