Adrián de Torres, última oreja del año

El novillero jienense Adrián de Torres ha paseado la última oreja de la temporada en Madrid. Se la ha cortado al tercer novillo de una deslucida novillada de Rocío de la Cámara. El animal se ha movido con nobleza pero sin descolgar y con un brusco estilo en los embroques. De Torres ha basado su faena en la quietud y el valor. Faena de novillero con aplomo y fondo de torero valiente. Hubo exposición, colocación y seguridad para no dudar y tirar con arrestos hacia adelante. Firmes las manoletinas finales, ciñéndose al novillo una barbaridad. Atacó con rectitud y cortó una oreja.
No pudo redondear frente al sexto, un novillo deslucido que desarrolló complicaciones muy pronto. De Torres no tuvo opción de triunfo pero sí volvió a demostrar que tiene corazón para no amedrentarse.
Martín Núñez toreó muy bien con el capote al que abrió función, dibujando verónicas excelentes, a cámara lenta. El animal embistió con nobleza pero careció de fuerzas. El buen aire del sevillano no fue suficiente para remontar la faena. El cuarto se movió protestando. Martín Núñez puso dedicación y voluntad. No hubo opción. Tras una estocada casi entera y tres golpes de descabello, el sevillano optó por quitarse el añadido en gesto de despedida de los ruedos.
Manuel Fernández anduvo desarbolado con el segundo, un novillo con genio. Y más asentado con un noble quinto. Lo mejor, su buen manejo de la espada.

Un cuarto de plaza, se lidiaron novillos de pobre juego de Rocío de la Cámara. Martín Núñez, silencio en ambos; Manuel Fernández, silencio y silencio; Adrián de Torres, oreja tras aviso y silencio.