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LA BELLÍSIMA PLAZA DE RONDA |
La plaza de toros de Ronda,
el coso más bello del mundo, ha cumplido doscientos veinticinco años. La ciudad malagueña ha festejado esta efeméride por todo lo alto. La cuna de la tauromaquia moderna prorroga hasta el 31 de enero de 2011 la exposición temporal organizada por la Real Maestranza de Caballería de Ronda.
La plaza de toros de Ronda está considerada la cuna de la tauromaquia moderna. La historia nos recuerda que fue inaugurada en 1785 por el rondeño Pedro Romero, el matador inmortalizado por Francisco de Goya, y por el sevillano Pepe Hillo. El coso y el ruedo más bello y grande del mundo es el escenario de las famosas corridas goyescas que se celebran durante las fiestas de septiembre. Aquella cita, creada por Antonio Ordóñez, levantó la pasión de escritores como Ernest Hemingway o de cineastas como Orson Welles, cuyos restos mortales descansan de hecho en la finca familiar que los Ordóñez poseen en Ronda.
La Real Maestranza de Caballería, la corporación nobiliaria constituida en el XVI, organizó la
exposición conmemorativa de los 225 años de la plaza de piedra. La muestra, que ha sido prorrogada hasta el 31 de enero de 2011, reúne documentos sobre la construcción del monumento, libros, carteles, grabados, óleos, fotografías y planos históricos. La exposición acoge también una recreación de Ronda en el último tercio del siglo XVIII, de los años en los comienza a forjarse la imagen romántica de la ciudad. Destacan también las piezas en madera policromada y textiles del conjunto escultórico "Toros y toreros" de finales del XVIII, del escultor malagueño Juan Cháez, cedidos por el Museo del Colegio de San Gregorio de Valladolid, antiguo Museo Nacional de Escultura.
La exposición es un complemento a la habitual visita al Museo Taurino que se halla bajo los tendidos de piedra de la plaza.
El visitante es invitado a recorrer algunos de los capítulos más memorables de la historia de la tauromaquia. Las salas del museo combinan pintura, escultura, artes gráficas, litografías y estampas, representadas por una edición de la célebre Tauromaquia de Francisco de Goya. Trajes, bronces, bajorrelieves, utillaje y enseres, cartelería histórica y una colección de obras contemporáneas formadas por artistas como Eduardo Arroyo, Barceló, Campano, Pérez Villalta, Félix de Cárdenas, Úrculo, Abraham Lacalle, Dario Villalba o Guinovart conforman uno de los museos taurinos más atractivos del mundo.
En febrero de 2006 el museo acogió la colección de la Real Guarnicionería de la Casa de Orleáns, perteneciente al rey Luis Felipe de Francia y a su hijo, el duque de Montpensier. Asimismo, el museo reforzó sus fondos con la colección de armas de fuego antiguas para la caza y el duelo, que abarca desde el siglo XVI al XIX.
El museo completa su crónica con la galería dedicada a la Real Maestranza, la institución creada en 1573 en respuesta a una cédula real de Felipe II por la que se requería a la nobleza local a organizarse para mantener el ejercicio de la caballería con fines militares.
Por aquel entonces los
ataques de los piratas a los puertos más importantes del Mediterráneo andaluz eran constantes. El rey faculta a las reales maestranzas a que protejan las fronteras españolas. La forma de defensa más efectiva es a caballo y los nobles son los únicos con capital suficiente para formar ejércitos al servicio de la corona. Constituidas en épocas de renacimiento, las reales maestranzas se inspiran en códigos medievales de inquebrantable lealtad al rey. A cambio, el monarca les otorga privilegios: no están sujetas a la justicia ordinaria y a sus caballeros se les permite el uso de las armas. Con el tiempo estos privilegios desaparecerán y ganan terreno la celebración de festejos, en especial de carácter taurino.
La plaza de toros y la escuela de equitación son las principales señas de identidad de la institución maestrante. La escuela, una de las de mayor prestigio del país, apuesta por la doma clásica y por la pureza del caballo español. Otra de las funciones de la Real Maestranza es la recuperación de archivos familiares, obras de arte, fondos bibliográficos y documentales. Por eso,
los fondos de la biblioteca de la Real Maestranza son únicos y de un valor extraordinario. Ronda encierra así páginas fundamentales para entender la historia del sur. Páginas que evocan la leyenda de una ciudad única.
RONDA POR DENTRO / Lo que dijo Hemingway
El escritor norteamericano Ernest Hemingway escribió esto de Ronda: "
Es aquí a donde habría que ir, si vais a España a pasar una luna de miel o con una amiguita. La ciudad entera y sus alrededores son un decorado romántico. (...) Bellos paseos, buen vino, excelente comida, nada que hacer...". Hemingway, al parecer, escribió estas líneas pensando en sus lectores. Pero las lectoras del autor de El viejo y el mar pueden aplicarse este mismo consejo con sólo cambiar el género. Amigo de Antonio Ordóñez, Hemingway compartió con él memorables tardes de toros.
La plaza recobró el prestigio gracias a este apellido ligado a una de las dinastías más respetadas de la tauromaquia. Hubo un tiempo en que el coso más grande del mundo
fue cine de verano y hasta rin de boxeo. Hoy es una visita obligada para todo caminante que se acerque a Ronda. La plaza se halla a un lado del Tajo, próximo al Puente y al parador de turismo, a la Alameda y al bello paseo de los Ingleses.