PUERTA DEL PRINCIPE PARA EL JULI

SEVILLA
FERIA DE ABRIL-2010-


El Juli ha estado perfecto en el primero de El Ventorrillo. De principio a fin. Capote, muleta y espada. Y plaza. Porque Juli ha sido dueño y señor del ruedo. Desde las verónicas sensacionales, la lidia y el quite de tafalleras y tijerillas de suerte cargada y pecho henchido; la faena sobre las dos manos, la muleta siempre por delante, encajado, asentado, profundo. Concediendo sus tiempos al buen toro, que también se los tomaba. Bárbaro el cierre. Y la estocada. Las dos orejas eran clamorosas y el presidente, un tal Teja, se las robó. Una sólo y dos vueltas al ruedo de fuerza atronadora.

Las dos orejas caen en el cuarto por su propio peso, independientemente de la deuda contraída. Qué tarde de toros ha dado El Juli! El toro traía la fuerza justa y en sus manos ha ido a más: la altura, la colocación, la espera y el toque. Afianzado el noble toro lo exprime: mano baja, encaje y ligazón. Pronfundo aunque quizá menos sutil que la primera faena. Una serie de naturales es la de Dios. El espadazo descerraja la cabeza del presidente y la Puerta del Príncipe. Dos orejas tan inapelables como eran las anteriores. Siendo el mejor lote del Ventorrillo, mejores son las manos.

El tercero tuvo muy buen aire y proporcional flojera de manos. Perera lo trató de templar con sus logros a veces en sostenerlo. Se estrelló con el rajado sexto como Castella con el manso y basto segundo. El quinto embistió desigual y con genio, reponiendo mucho. Hizo un esfuerzo que caló menos que la lluvia intensa de la tarde. Abundaron no poco Castella y Perera.