SAN ISIDRO: SÉPTIMA DE FERIA

El día del Santo Patrón de Madrid. Corrida importante para la fecha. No solía ser costumbre hace unos años. Se llenaba la plaza sí o sí. Ahorro de imaginación y...

Juli y Castella se medían. Y en el primer asalto, tras los primeros toros, había una especie de empate a los puntos. Ambos toros de Garcigrande tienen denominadores comunes. Se sueltan del caballo, por el izquierdo no quieren, desparraman la vista, escarban y se lo piensan. Pero el de Julián tiene mejor empleo por el derecho. Mando y ligazón tras una apertura de dobladas rompiéndolo hacia delante. Lo intentó sin frutos al natural, avisado ya en un pase de pecho por ese lado. El Juli se lo tomaría como desafío personal; cuando más caliente estaba la gente volvió a la izquierda. Otra vez el gazápeo más defensivo. Y de nuevo la cosa arriba y de nuevo la cabezonería de Julián, que por dos veces cortó el ritmo de una faena en ascenso. Pinchó y se evaporó lo hecho, que diría mi querido Suarez-Guanes.

El toro de Castella traía el pelo del invierno, negro y carifosco. Escarbador y distraído. Baculó siempre hacia la querencia. Allí le dieron un tercer puyazo de protección cuando le piquero se lo vio encima. Inició rodilla en tierra el francés y lo obligó a derechas, por donde el toro daba un saltito protestón. A izquierdas se le vino al cuerpo. Se lo quitó de encima por los pelos sin poder evitar el desarme, mal menor. Otro en el siguiente embroque también. Puesto desagradable el toro, Castella se metió en lo suyo, con el toro vivito aún. Arrimón, espaldina y mala suerte con la espada.

El tercero, además de chico, fue el peor de genio. Daniel Luque brindó al público como para congraciarse después de lo del Domingo de Resurrección. Misión imposible.

El cuarto no tiene expresión ni clase. Juli lo muletea resolutivo, sin más, lo que dura, que no es mucho.

El quinto es un buey de basto. Embiste con las manos y los pechos en el capote, sin opción de lucimiento. Kilos como tapadera. Noblón sin fondo bravo. Escarba. Se apaga. Castella abrevia. Pero se demora con la espada. Dos toros vulgares que contagian a dos figuras la vulgaridad.

Mansea el sexto, con hechuras de buey. Luque lo intenta, le quita los pies con los cuartos traseros. Por el izquierdo se defiende como un mulo. Otro que se para.
Ficha:

Monumental de las Ventas. Sábado, 15 de mayo de 2010. Décimo primera de feria. Lleno de "no hay billetes". Toros de Garcigrande y dos de Domingo Hernández (4 y 5, sin expresión, bastos, sin clase, vacíos); los tres primeros cinqueños, muy desiguales de presentación; mansearon todos, sin casta; destacó más el 1 por el derecho; el 6 otro buey de hechuras y fondo.

El Juli, de tabaco y oro. Dos pinchazos y estocada baja y trasera. Aviso (saludos). En el cuarto, pinchazo, estocada atravesada y descabello (silencio).

Sebastián Castella, de fucsia y oro. Media estocada trasera y media fea en los bajos. Aviso (ovación). En el quinto, dos pinchazos, media estocada y tres descabellos. Aviso (silencio).

Daniel Luque, de celeste y oro. Media estocada desprendida y pasada (silencio). En el sexto, metisaca en los bajos y media estocada descabello (silencio).